Y lo han descubierto cerquita de mi casa este pasado julio. Concretamente un equipo de investigadores del Instituto de Biología Molecular y Celular (IBMCP) – un centro mixto de la Universitat Politècnica de València y el CSIC, el Consejo Nacional de Investigación español- ( El equipo de José María Bellés,Vicente Conejero y M. Pilar López).
Si hasta ahora el carotenoide estrella del tomate era el licopeno, buenísimo para nuestra próstata (http://www.lycopene.com ), ahora ha salido a la luz el FNA, una sustancia fenólica que es sintetizada por la planta de tomate cuando se somete a estrés biótico:
http://www.nutraingredients.com/Research/Spanish-researchers-discover-powerful-new-antioxidant
El poder antioxidante del nuevo compuesto es mucho más alto – 14 veces mayor, para ser precisos – que, por ejemplo, nuestro querido resveratrol, un antioxidante conocido, que se encuentra en el vino tinto, lo que puede retrasar el envejecimiento celular. Además, es 4,5 veces más potente que la vitamina E y 10 veces más potente que la vitamina C.
Podría usarse en un futuro inmediato como conservante alimentario, en la industria cosmética o como suplemento en la industria farmacéutica para prevenir el cáncer y los problemas cardiovasculares.
Os dejo también un extracto del artículo original:
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0098847211001456
De momento el FNA (Feruloylnoradrenaline) no se comercializa. Pero si el licopeno (lycopen) que podeís encontrar de diferentes marcas:
http://www.lycopene.com/buyers-guide/
http://www.swansonvitamins.com/SWU318/ItemDetail
Y es que los inventores del «pa amb tomaquet» y del «gazpacho» sabían lo que se llevaban entre manos ( para el estómago…)
